Gran Ahz

Aspecto físico: Mitad humano mitad hombre, de color gris y con ramas entrelazadas por todos lados, y un rostro anciano delatando la vejez y la sabiduría.

Edad: desde el comienzo de los tiempos.

Lugar de procedencia: Primer Mundo (mundo de la magia y el origen)

Característica: él lo ve todo, incluso al dormir. No come, se alimenta del saber. No puede abandonar el Primer Mundo, aunque puede transportarse a cualquier lugar que el desee o el destino quiera, siempre dentro de dicho mundo.

Historia: la criatura que perduró a través del tiempo, desde los comienzos del mismo. Al descubrir que tenía el don de ver todo, todo lo que sucedía en ese mundo a su alrededor, desde el vuelo de las mariposas hasta el paso de las hormigas, permaneció inmóvil, estático en la montaña que presenció su creación, viendo cada movimiento y proceso que sucedía en ese mundo. Los Ancestros y el destino mismo decidieron aplicarle una condena al hombre que por codiciar el saber, ignoraba a quienes realmente lo necesitaban. Él formaba parte de las reuniones de los sabios Ancestros, y había dejado de lado su obligación de asistir para ver lo que hacían las aves, los peces y las nubes, para ver lo que hacían todos. Convocaron a magos y criaturas de la magia, y condenaron al Hombre Viejo a convertirse en árbol. De esta manera, perduró en el tiempo, viendo todo convertido en árbol. El día que el supiera todo, que ya hubiera registrado todo, solo a partir de entonces volvería a su forma natural de anciano, y viviría el resto de sus años de vida humanos que había suspendido bajo la condena. Gracias a esa condena, él mismo pudo mostrarle a los Mundos a su salvadora, la niña del Cuarto Mundo.